Vestida con elegante terno, la maestra Peraza Rivero afirmó que este galardón no es un premio personal sino es un reconocimiento a las cocineras tradicionales, a las madres y abuelas que han transmitido sus conocimientos de generación en generación y han preservado el valioso patrimonio gastronómico de Yucatán.
“No se cocina para ganar premios. Pero quien cocina con el debido respeto a sus raíces, a su historia, al legado de sus antiguos, los obtiene cada vez que un comensal se muestra satisfecho por haber experimentado evocaciones de sus madres y abuelas o un visitante que da las gracias por permitirle llevar nuestros sabores en el equipaje”, expresó, en su mensaje, la propietaria del restaurante Manjar blanco.
“Pero también es una medalla constante para todos y cada uno de los elementos que forman parte de toda esa sofisticada cadena de trabajo y amor que termina en un plato humeante”, indicó la presidenta de Maestras del Fuego Yucatán, A.C., bautizada por Forbes como la reina de la cochinita pibil.
Los seis galardonados en la cena de gala fueron: Míriam Peraza, Turismo Gastronómico; Ana Carmen Ongay Reyes, de Ciudad del Carmen, Campeche, en la categoría de Mujer del Año; Hunab, Proyecto de Vida, en Desarrollo e Innovación Académica, representada por Mariza Morales; Alianza Peninsular para el Turismo Comunitario, en Turismo Comunitario, cuya representante fue Gloria Dzib Collí; Co’ox Mayab, en Turismo Sostenible, representada por Alejandro Montañez Giustinianovic, y Miguel Ángel Carrillo Espinoza, Reconocimiento Póstumo, cuyo galardón recibió su viuda María Elena Sáenz, acompañada de su hijo Jorge Carrillo.
Tras recibir sus respectivos galardones, los homenajeados y la señora Sáenz viuda de Carrillo dirigieron sendos mensajes en los que invitaron a la reflexión para seguir impulsando el turismo, en particular el turismo sostenible, de respeto a la naturaleza y al patrimonio de los yucatecos, y cuyos beneficios económicos lleguen realmente a las comunidades de la zona rural.
