Con pancartas, familiares de Erick Jesús caminaron hasta la puerta del lugar con la intención de recibir algún tipo de declaración por parte del director del Centro de Rehabilitación, Marco Rosales Guzmán, quien hasta la fecha no les ha explicado exactamente lo que sucedió.
Tras una serie de gritos y golpes a las rejas del recinto, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) se acercaron al predio para vigilar que no se cometieran faltas administrativas.
En entrevista, José Antonio Quintal Chan, padre del fallecido comentó que, tras un problema de drogadicción, su esposa y él ingresaron a su hijo al Centro de Rehabilitación “Vida Yucatán A.C.” el pasado 5 de mayo, bajo promesas de que en seis meses saldría completamente recuperado. Tras 12 días internado les fue notificado que el joven de 22 años se encontraba en el Hospital General “Dr. Agustín O’Horán” y cuando llegaron al lugar les indicaron que había fallecido por un infarto.
Sin embargo, de acuerdo a lo relatado por el padre, el cuerpo presentaba marcas en las muñecas como si hubiera estado esposado.
“Cuando me lo entregaron me llamó destaparlo cuando lo estaban velando y sus manos, sus muñecas se ven muy lastimadas, se ve que lo tenían esposado. En ningún anexo está permitido que se usen esposas ni el maltrato físico y pues ahí sí les vale todo eso. No están capacitados, ni doctor tienen, no tienen nada, ni están en regla creo”, expuso Quintal Chan.
Comentó que de acuerdo con testimonios de jóvenes que han salido del mismo Centro de Rehabilitación, a los anexados los dejan sin comer por dos o tres días y les dan choques eléctricos cuando no responden a preguntas con las respuestas indicadas.
Por su parte, Nelly Guadalupe Manzanero Vázquez, madre del joven dijo que el director del lugar, Marcos Rosales, no le avisó directamente el día que llevaron a su hijo al hospital, sino que por medio de terceros le informaron que debía acudir al nosocomio para enterarse del estado en que se encontraba.
“En vez de que me hable a mí porque tiene mi número, habló con el amigo que me ayudó a meterlo para decirle que me hable. Mi amigo me dijo ‘es que necesitamos que vayas al O’Horán porque ya internaron a tu hijo, que se puso mal’. Cuando yo llegué Don Marcos me dijo que mi hijo había fallecido de un infarto”.
Manzanero Vázquez recalcó que no le permitieron ver a su hijo mientras estuvo internado, según porque era parte del tratamiento mantenerlo sin visitas durante el primer mes.
“No me permitió él, que, porque hasta el mes lo podía yo ver, pero si 800 pesos semanal le llevaba para lo de su comida y todo lo que necesitaba mi hijo, más las inscripciones y un pago de unos exámenes que le iba a hacer”, explicó.
La familia considera que el director del centro solamente está buscando formas de encubrirse, pues había pedido una declaración donde se asegure que el joven presentaba lesiones desde que lo ingresaron.
“Su cuerpo estaba muy maltratado y a mi amigo le pidió que diga que llevaron a mi hijo estropeado, cuando mi hijo no estaba maltratado”, afirmó la madre del fallecido.
Finalmente, mencionó un día después de que les entregaron el cuerpo fueron a interponer la demanda correspondiente ante las autoridades, pero hasta la fecha no han tenido noticias de la Fiscalía.
“Dijeron que van a hacer investigaciones y todo, pero ya va a dar un mes y no nos han dicho nada todavía”, concluyó.
