Un día tras realizar un viaje con sus dos hijos, al cual su marido “prefirió no ir”, regreso para toparse con la sorpresa de que se había ido.
El suceso le ocasionó una depresión, lo cual la llevó a una recaída e intensificación de la secuela, con las cuales está perdiendo el conocimiento momentáneamente, olvidando su dirección, e incluso su nombre.
A la par, tras el divorcio, su ex esposo, ha decidió “comprar” el amor de sus dos hijos, quienes actualmente maltratan a su madre, sin darle importancia alguna a la enfermedad.
Si hija mayor que tiene 18 años, decidió mudarse con el papá, sin embargo, el hijo menor no puede abandonar el hogar de su madre, puesto que ella tiene la custodia.
Actualmente la señora está recibiendo terapias psicológicas, y ayuda por parte de fundaciones que asisten a la mujer, para que la guíen por la parte legal.