Tras la comparecencia de la titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP), Arely Gómez González, ante las comisiones de Transparencia y Anticorrupción, junto con la de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación, en el marco de la glosa del quinto informe de gobierno, el diputado federal, Rogerio Castro Vázquez, realizó fuertes cuestionamientos a la funcionaria federal.

Sin sesión plenaria y con el aval de sólo tres de sus cinco integrantes, la Comisión Nacional Jurisdiccional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) suspendió por 30 días los derechos partidarios de siete perredistas que han apoyado a Andrés Manuel López Obrador, presidente de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Entre ellos, Pablo Gómez Álvarez, Carlos Sotelo y el senador Raúl Morón.

Los sancionados tienen cinco días hábiles, a partir de la notificación sobre esta determinación, de carácter provisional, para comparecer ante la instancia perredista y aportar pruebas sobre las imputaciones en su contra.

El proceso inició con la solicitud que hace unos días hizo el Comité Ejecutivo Nacional del PRD a la Comisión Jurisdiccional para que actuara contra los siete perredistas, quienes firmaron el Acuerdo Político de Unidad por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México, convocado por López Obrador y en algunos casos expresaron que lo apoyarían si es candidato presidencial.

La suspensión de 30 días, firmada por Claudia López, Mauricio Calcáneo y Fidelmar Flores –quienes se ostentaron en los resolutivos correspondientes como mandatarios legales del CEN del PRD– es una medida provisional mientras se da el proceso definitivo contra los imputados, y que puede derivar en su expulsión del partido.

Los sancionados son Pablo Gómez Álvarez, Carlos Sotelo García, Raúl Morón, Dorisol González Cuenca, Víctor Hugo Romo Guerra, Indira Vizcaino Silva y Héctor Yescas Torres.

 

El presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, reconoció en Mérida que los pueblos originarios en México, no cuentan con los espacios de representación política tanto en las cámaras de diputados locales, como en el Congreso de la Unión.

En un hecho poco común, una pareja publicó en las redes sociales virtuales su foto donde posan con su acta de divorcio, ambos sonrientes, abrazados y con la leyenda “Oficialmente divorciados”, lo que generó controversia, sin embargo, para la yucateca Marisol Lázaro Rodríguez, quien junto a su ahora ex esposo Charbel Assaker, de nacionalidad libanesa, son los protagonistas de esta historia, no todo rompimiento tiene que ser por falta de amor o bien por estar peleados.

En entrevista para Rompecabeza, Lázaro Rodríguez expone los motivos de este inusual divorcio y la historia de amor que a su parecer tuvo un final feliz para ambos, toda vez que comprendieron que sus proyectos de vida no concordaban.

Narró que a pesar de pertenecer a dos países totalmente ajenos y con costumbres radicalmente opuestas como lo son México y Líbano, el destino los unió en los Estados Unidos, luego que ambos coincidieran en esa nación por cuestiones de trabajo.

Entre risas Marisol asegura que conoció a su ex esposo en la aplicación Tinder hace más de un año, para luego de platicar vía internet por más de dos semanas decidieran conocerse en un conocido café de una marca transnacional.

Apuntó que luego de conocerse por más de dos meses decidieron casarse, primero por lo civil en Mérida, Yucatán, para después contraer nupcias por la iglesia en una boda que se realizó en las montañas de Líbano.

Comentó que el viaje a ese país árabe lo realizó totalmente sola y por varias semanas tuvo que adaptarse a las costumbres de esa nación donde las mujeres no cuentan con libertades como en el occidente.

Señaló que juntos regresaron a Yucatán donde incluso iniciaron un negocio de comida libanesa, su matrimonio marchaba sobre ruedas.

Relató que el punto de quiebre vino a los seis meses de matrimonio cuando su entonces esposo le pidió tener hijos, a lo cual él pidió plazo de dos años para hacerlo, sin embargo, no lo aceptó por lo que decidieron separarse.

Afirmó que la separación fue en buenos términos, al contar con menos de un año de nupcias por lo civil tuvieron que esperar hasta octubre para acudir al Registro Civil a divorciarse.

Indicó que tras el divorcio le pidió a Assaker que se tomaran una última selfie con el acta de divorcio que después decidió publicar en la red social de Facebook y aunque tiene privacidad hasta el momento tiene casi 200 “Me gusta” y decenas de comentarios.

Finalmente estableció que no se arrepiente de tal acción, toda vez que simplemente sus proyectos de vida no coincidieron por lo que el amor y el cariño que se profesaron ante un altar en Líbano continúa intacto.

 

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