En rueda de prensa, Giovana Jaspersen García, titular general de ese proyecto; Jacqueline de La Garza Gómez, directora ejecutiva de Talasa, y Raquel Araujo Madera, directora de La Rendija dieron a conocer la iniciativa, que de entrada trabajará con cinco proyectos.
Araujo Madera señaló que la integración de organizaciones, comunidades culturales, gobiernos y sector empresarial es esencial para mitigar en conjunto el impacto mundial de la pandemia, que provocó la pérdida de 10 millones de empleos culturales a nivel mundial en 2020.
Recordó que las industrias culturales y creativas representan el 3.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), sin embargo, a partir de la pandemia en 2020, estos sectores se han encontrado entre los más afectados, sumando 10 millones de empleos perdidos y caídas de ingresos de entre el 20 y el 40 por ciento a nivel mundial.
“Este desplome se produjo tras una reducción de la financiación pública y un aumento de la precariedad de los trabajadores culturales”, alertó.
Aseguró que la inversión pública en la cultura y las artes ha disminuido en la última década, por lo que es imperiosa la colaboración entre gobiernos, iniciativa privada, comunidades culturales y audiencias para construir condiciones dignas de producción y consumo cultural.
Bajo esa visión, expresó, nace en Yucatán Talasa Futuros Culturales, organización de la sociedad civil que tiene como objetivo trazar estrategias colectivas para la garantía de los derechos culturales en el sureste mexicano y todo el país.
Por su parte, Giovana Jespersen dijo que en la situación de crisis actual el acceso a la cultura y las artes no puede centralizarse solo en los gobiernos, pues perfiles y contextos distintos estemos involucrados en sumar voces y activar procesos desde todos los frentes”.
Dijo que Talasa está pensada para beneficiar a públicos específicos que suelen ser invisibilizados en espacios, discursos y proyectos culturales.
Comentó que la apuesta es un modelo innovador de financiamiento que incluye colaboración con la iniciativa privada y fondos internacionales para proyectos y garantías de derechos que no pueden quedar solamente en voluntad política.
“El equipo fundador estuvo conformado también por la periodista cultural Katia Rejón; el fotógrafo Luis Pérez; el artista y diseñador Manuel Salgado; la gestora cultural Alejandra Guzmán; el diseñador y animador digital Efraín Vera, y la especialista en derechos comunitarios y patrimoniales, Jacqueline de la Garza”, ahondó.
Las personas, manifestó, tenemos el poder de cambiar el entorno a través del arte y la convivencia. La cultura es un recurso activo, con potencial no explorado para contribuir en el desarrollo político, económico y social de su entorno.
Apuntó que los cambios culturales tienen el poder de cambiar instituciones, sin embargo, las políticas públicas rara vez voltean a ver a las artes y la cultura como formadores de ideas.
“Talasa apuesta en construir planes y proyectos estratégicos que impulsen al sector cultural, pero, además, en construir puentes de comunicación y encuentro en Yucatán, ya que invertir en cultura repercute en otros sectores como turismo, economía, educación, medio ambiente, ciencia y cooperación internacional”, finalizó.