Con esta actividad, organizada por la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), estudiantes del Centro de Formación y Sensibilización Artística y de la Escuela Bancaria y Comercial pudieron acercarse a historias protagonizadas por aluxes, pájaros y ancianos de gran sabiduría.
Mediante las ocurrencias del abuelo Domingo, disfrutaron la representación de una ceremonia maya, a cargo de un j-men, que para proteger la milpa, realizó una ofrenda a los dioses del monte.
De igual manera, las y los alumnos se divirtieron cuando Alfonso, un pequeño títere de mano, cansado de ayudar a su mamá, deseó ser un zopilote para pasar su tiempo sin hacer nada. Sin embargo, al concedérsele su petición, aprendió una gran lección de vida.
Posterior al fragmento de la obra, los integrantes de Titeradas, Andrea Herrera López, Ángel Aguilar, Carolina Canul y Anaii Cisneros, sostuvieron una charla con la concurrencia. Compartieron anécdotas e información sobre el proceso creativo, desde la concepción de las historias y los protagonistas, hasta su materialización en los escenarios.
El auditorio se mostró muy interesado en los años de trayectoria y el tiempo de elaboración de cada muñeco. Las y los especialistas respondieron que tienen más de 20 años en el rubro y que, de acuerdo con las necesidades del espectáculo, confeccionan las marionetas y sus modalidades.
Además, algunas niñas y niños pidieron consejos para la construcción de sus bocones, y el titiritero Ángel Aguilar les recomendó representarse a sí mismos, para que sean piezas únicas, así como utilizar materiales accesibles y de fácil manipulación.
Por su parte, las y los universitarios externaron dudas sobre la creación, promoción y difusión de industrias culturales exitosas, como lo es esta compañía heredada por el fallecido Wilberth Herrera Pérez, Premio Nacional de Ciencias y Artes 2011.
Finalmente, Herrera López agradeció la invitación y manifestó que Titeradas seguirá avanzando en apego a los valores que le transmitió su padre, como el amor, la amistad y el trabajo.
