- Una vez fundada la ciudad de Mérida en 1542, Francisco de Montejo “el Adelantado” repartió los terrenos donde los pobladores establecerían sus hogares, reservando la parte sur de la plaza grande para él. Antes de morir, le ordena a su hijo construir en ese espacio la casa donde vivirían los conquistadores; la casa se concluye en 1549 siendo Francisco de Montejo “el Mozo” el único habitante.
- La Casa Montejo es el único ejemplo de casa civil de estilo renacentista en México, y ha tenido a lo largo del tiempo múltiples modificaciones en interior y exterior acorde a los gustos de sus diferentes propietarios. Como consecuencia, es posible observar en ella diferentes estilos que estuvieron vigentes en los más de 400 años que lleva edificada.
- La fachada de la entrada principal la única característica de la casa que se mantuvo de forma original a lo largo de los años, en la que se puede observar, en la parte superior de la entrada, el escudo de armas de los Montejo y dos guerreros españoles, en actitud vigilante, que descansan sobre las cabezas de indios vencidos. Fue hasta 1885 que se agregó un balcón en la parte superior.
- El solar, que en un principio ocupaba toda la manzana, fue perdiendo superficie por enajenaciones parciales del terreno que fueron realizándose a lo largo del tiempo, hasta llegar a su estado actual que es solo una fracción de lo que fue en su origen. En 1896, se adaptó el interior al estilo afrancesado de moda en ese entonces y se incorporaron las cariátidesque adornan las ventanas del exterior.
- A la muerte de Montejo, el Adelantado, la propiedad quedó en manos de su hijo, el Mozo, y más tarde de la viuda de este, doña Andrea del Castillo, quien dispuso que el predio no podría ser enajenado sino solo transferido a su descendencia, instituyéndose así el mayorazgo de los Montejo sobre el edificio. Los descendientes, aunque no todos por línea paterna, mantuvieron la propiedad hasta 1832, terminado el periodo colonial.
- En 1981, el Banco Nacional de México, adquirió el predio adaptándolo para oficinas bancarias y en 2010, bajo la supervisión del INAH, transformó la propiedad en una Casa de Cultura y museo, denominándolo Casa Montejo que consta de una sección llamada museo de sitio, una sala de exposiciones temporales, una sala cibernética y otros servicios educativos.
