Lorenzo Chim es una de las personas claves en la Carrera Atlética del Mayab, pues sus obras de arte son los trofeos que los triunfadores de la justa deportiva se llevarán a casa.
En su taller ubicado en el barrio de San Bernardo del municipio de Muna, don Lorenzo nos platica cómo surgió su habilidad para crear tales obras de arte desde hace casi medio siglo, inspiradas en la cultura maya, de la cual es heredero y su estrecha amistad con Víctor Manuel Maravé Canché, padre de la justa atlética.
“Hasta ahora tenemos 43 años trabajando en el arte, desde la edad de los 20 años”, expone el artesano conocido en la comunidad munense como don "Lol".
Comentó que es autodidacta, toda vez que con base a la observación y a las ganas de realizar una actividad diferente a la del campo, fue como aprendió el oficio que por décadas ha realizado.
Indicó que, al nacer cerca de la zona arqueológica de Uxmal, tenía que caminar cuatro kilómetros para recibir la instrucción primaria, en un espacio cercado a la urbe maya, lo que lo acercó al área de las pirámides y demás monumentos que dejaron los antiguos pobladores de la región.
“Allá me gustó el tallado original de la zona arqueológica y comencé a practicarlo desde niño, copiándolo en piedra, comencé a venderlo poco a poco en Muna, con el maestro Antonio Salazar”, ahondó.
Detalló que al comenzar a vender sus figuras de arte talladas en piedra, se dio cuenta que le generaba mejor ingreso que realizar labores del campo, pues mientras que en ese tiempo un campesino ganaba alrededor de 12 pesos por jornal, la venta de una pieza tallada por sus manos la podía vender a casi 20 pesos.
“Me dediqué más a eso, pasaron como 15 años trabajando piedra, los americanos, primero compraban y luego regresaban a los cinco o diez años, pero se quejaban que se querían llevar las piezas pero que les costaba más el transporte en avión, entonces pensamos en hacerlo en madera”, dijo.
Apuntó que cambiar la materia prima para sus esculturas fue la estrategia correcta, pues las ventas de sus artesanías se incrementaron considerablemente.
Chim Domínguez comentó estar orgulloso de ser el único de los iniciadores de la elaboración de artesanías en la zona que aún labora en su taller, pues los demás pioneros munenses han dejado dicha actividad para dejar su espacio a nuevas generaciones.
Señaló que sus obras se encuentran esparcidas por diferentes partes del mundo, pues ha vendido sus tallados a personas de los cinco continentes.
“Ahora mayormente es sobre pedido, ya no sobra para vender a los comerciantes, como manejo los instrumentos musicales mayas como tunkul, el zacatán, el palo de lluvia”, abundó el artesano.
Precisó que fue mediante una invitación realizada por el profesor Víctor Manuel Maravé que se animó a realizar tallados para que sean entregados como premios en la Carrera Uxmal-Muna.
Estableció que su habilidad le permite realizar un tallado en un lapso de tres días, por lo que junto con sus hijos se reparten el trabajo para que las obras de arte estén listas para ser entregadas a los triunfadores de la longeva carrera.
Finalmente, detalló que la madera con la que realiza sus cuadros son de cedro y caoba que compra a ejidatarios de la región.
