“De pronto al terminar la clase del lunes nos dijeron que iban a cerrar esa disciplina, que porque ya no es un deporte y no hay los recursos económicos necesarios”, se quejó la señora Lissie Bautista Romero, madre de una de las alumnas.
Esta tarde protestaron afuera de las instalaciones deportivas exclamando “Sí al jazz, no al cierre” y de esta manera pidieron la intervención de las autoridades deportivas estatales para solucionar el conflicto.
En total, aproximadamente 40 niñas tomaban clases de esa disciplina en La Inalámbrica en tres turnos diferentes, pero bajo el argumento del recorte presupuestal ya no podrán practicarlo en ese lugar.
“Pagábamos una cuota de 100 pesos al mes, realmente venimos aquí porque son clases económicas en comparación con academias particulares. De lo que se trata es de fomentar el deporte, a pesar de que eran pocas alumnas queremos se siga manteniendo”, manifestó Bautista Romero.
De hecho, la maestra de jazz, Mirna Alejandra Manzano Pérez, fue despedida, luego de 18 años impartiendo la disciplina. En el Instituto del Deporte del Estado de (IDEY), únicamente le dijeron que no hay presupuesto.
Por impartir clases en tres turnos diferentes los lunes, miércoles y viernes, únicamente percibía un apoyo económico de 4 mil pesos al mes, dinero que pretende ahorrar esa dependencia.
Tanto la profesora como las madres y padres de las niñas, se quejaron de que el director del Complejo Deportivo La Inalámbrica, Miguel Vidal Carrillo, no ha querido dar la cara en este conflicto, es decir, no los ha atendido ni ha dado explicaciones.
Las niñas tuvieron que practicar afuera de La Inalámbrica
Por lo pronto, ni siquiera permitió que se lleve a cabo el evento de clausura del curso en donde se calificaría a las alumnas de jazz, en el que se pretendía reconocer sus avances en la disciplina.
“Es su examen final, pero ya nos dijeron que no nos van a prestar las instalaciones. De mi propio dinero les hago los diplomas a las niñas, compro papel opalina y las imprimo, lo único que le pido al director es su firma, pero nos dijeron que ni eso hará”, lamentó la maestra.
Esta tarde, antes que caiga la lluvia, las niñas practicaron sus rutinas afuera de las instalaciones deportivas, en la terraza, pues ya no les permiten utilizar el salón para las clases. (Haz Ruido)