Confirmó que menos de la mitad de las embarcaciones mayores ha logrado tener una buena pesca. Esto generó que los pescadores que laboran en embarcaciones menores hayan dejado de lado al mero para dedicarse a capturar otras especies que tienen mayor valor.
"Actualmente, yo creo que la rivera mayormente está enfocada en la pesca de canané y la rubia, muy poco mero. En el caso de las embarcaciones mayores, su primer viaje vino muy por debajo, 800 y una tonelada de mero, lo que es un volumen muy bajo, poco rentable para la actividad", externó.
Pese a la baja captura, el precio del mero se mantiene accesible para la venta, pues el de tipo negrillo alcanza los 220 pesos por kilo, mientras que el rojo se cotiza en 200 pesos.
Se informó también que el producto obtenido servirá para ser exportado hacia Estados Unidos, aunque el sector pesquero local reconoció que, debido a los bajos volúmenes de captura, no se ha podido solventar la demanda que hay en el vecino país.
Esta situación generaría que, en el próximo viaje de pesca de la flota mayor, haya menos embarcaciones inmersas en la captura de esta especie, considerada el pilar de la pesca local.
"En el primer viaje salieron unos 350 barcos, calculo que la mitad va a volver a salir y los que quedan, van a tener que amarrar. Es muy poquito, y la costa está en las mismas condiciones. No hay mero, están aguantando hasta agosto", apuntó.
Las esperanzas del sector es la reactivación de la captura del pulpo, que inicia en el mes de agosto, aunque prevalece la incertidumbre sobre si habrá suficiente producto para recuperar los recursos que se dejaron de captar desde el año pasado. (ACOM)
