Sin embargo, la cifra de las empresas productoras de cerdos podría ser el doble, pues en el informe se establece que, en una entrevista con un periódico de circulación nacional, el representante de la Secretaría de Agricultura en el Estado de Yucatán, Juan Carlos Gamboa Bustamante, aseguró que en el territorio yucateco existen 410 granjas porcícolas, que en 2019 produjeron dos millones 200 mil cerdos.
El documento fue presentado por activistas cuyo principal objetivo es buscar determinar las responsabilidades de las autoridades de los diversos niveles, principalmente las que derivan del principio precautorio, más aún, si consideramos que la mayor parte de estos proyectos se encuentran en territorios indígenas que forman parte del Acuífero Maya.
Según los datos publicados en dicho informe, durante el periodo 2006-2018, la producción porcina de la Península aumentó en 36 por ciento, y de nuevo el mayor dinamismo lo tuvo Yucatán, cuyo crecimiento fue de 39 por ciento, frente a Campeche y Quintana Roo, que tuvieron 10 y 9 por ciento, respectivamente.
En el documento se estableció que del total de granjas porcícolas que cuentan con algún tipo de información pública pecuaria, hídrica y Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), solo 18 presentan en su totalidad la documentación requerida por las autoridades federales.
“Sorprende el bajo número de MIAs existentes para las granjas porcinas, su nulo reporte de emisiones y transferencia de contaminantes ante el Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (RETC) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la inconsistencia en el debido trámite y gestión de los permisos de aprovechamiento de agua y descarga, lo cual significa que muchas de ellas operan fuera de la ley, circunstancia que el gobierno ha sido omiso en combate”, cita el texto.
Dentro del informe se establece que uno de los principales daños que causa la instalación de las granjas porcícolas en la Península de Yucatán es que se encuentran el 45 por ciento de ellas sobre selva seca, lo que genera particular impacto sobre la selva mediana caducifolia y subcaducifolia en la entidad.
Hay 43 granjas porcícolas en cuatro áreas naturales protegidas; se identificó cuatro sitios Ramsar: Laguna de Términos, Reserva Geohidrológica Anillo de Cenotes, Parque Estatal Laguna de Yalahau, y Reserva de la Biosfera Ría Celestún”, establece el texto.
Otra de las afectaciones que generan las granjas con la emisión de desechos orgánicos a el manto acuífero es la presencia de nitratos (NO3) en los sistemas públicos de abastecimiento de agua lo que representa un riesgo sanitario, ya que pueden producir nitrosaminas, sustancias que aumentan el riesgo de cáncer de estómago y afecciones respiratorias, así como metahemoglobinemia o síndrome de los niños azules.
