Como se sabe, habitantes de este municipio en el que abundan los cenotes, se han mantenido en pie de lucha contra dicho proyecto, el cual se edifica a unos 5 kilómetros al oriente de la comunidad y que según los quejosos, amenaza severamente a los cuerpos de agua, los cuales podrían contaminarse.
Sin embargo, luego de una importante manifestación pública que encabezaron estas personas en Mérida, el 3 de marzo pasado, no ha habido mayor actividad y el asunto parece haber entrado en cierta calma.
Sin embargo, uno de los líderes del movimiento contra la granja, José May Echeverría, dueño del parador Santa Cruz, señaló que el asunto sigue en pugna y que mantienen su objetivo de impedir que el proyecto se realice.
"Se trata de una amenaza contra el empleo de nuestra comunidad. Estamos hablando de 500 empleos directos que estarían en riesgo", explicó.
Recordó que en el municipio operan 16 paradores turísticos que atienden a turistas que acuden a los cenotes, los cuales ocupan a varios vecinos.
Por otro lado, se sabe que el proyecto porcícola cuenta con todos los permisos necesarios para operar, además de que ha cumplido con los requerimientos que le hizo la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma) para evitar la contaminación del agua, por lo que su construcción continúa.
La granja, según manifiesta la autoridad, tiene que instalar una planta de tratamiento de aguas residuales para evitar un daño ambiental.
Se desconoce si los habitantes realizarían más manifestaciones, aunque estos han hecho entrever que buscarían combatir este asunto por la vía lega.l (ACOM)