Escalante Lombard manifestó su preocupación ante esta medida, sobre todo en tiempos donde se necesita del turismo para poder lograr una recuperación económica del sector.
Resaltó que han sido muy cuidadosos con las medidas y el cumplimiento de los protocolos de salud, por ello, confió en que el INAH recapacite y tomen otras medidas como cuidar el aforo, limitándolo a un número determinado de personas, además de hacer una venta previa para que una vez que ésta se cumpla ya no vender más boletos.
"Creo que siempre hay una alternativa para lograr una solución satisfactoria a este problema", agregó.
En el caso de Dzibilchaltún que se encuentra bloqueado por un grupo de ejidatarios que demandan al INAH el pago de la expropiación de sus tierras, el empresario confió en que el conflicto se resuelva lo más pronto posible para poder abrir las instalaciones y empezar a recibir al turismo.
De igual forma, tanto la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Mérida (Canaco-Servytur) como el Consejo Empresarial Turístico (Cetur) continúan las gestiones ante el INAH para llegar a un acuerdo antes del equinoccio.