El investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e integrante del grupo de especialistas, destacó que aún hay muchos aspectos a estudiar sobre el cráter.
El geofísico mexicano y 37 investigadores de 23 países se reúnen en Mérida por espacio de tres días para compartir sus avances, descubrimientos y hallazgos tras 18 meses de la Expedición 364, durante la cual se ha perforado por primera ocasión el cráter de Chicxulub.
Urrutia Fucugauchi destacó que ésta es la tercera sesión “taller” entre los expertos que se reúnen cada seis meses para dar a conocer sus avances e investigaciones, ya que anteriormente lo hicieron en Bremen, Alemania, en Tokio, Japón y ahora en Mérida, Yucatán.
El investigador y docente expuso que las muestras que se extrajeron en 2016 fueron trasladadas a Alemania para su estudio y debido a que la investigación fue financiada por un grupo de universidades y empresas; se dividió la masa extraída a otros puntos de estudio, en su caso la Universidad de Tokio y la UNAM, en la Ciudad de México.
Describió que en esta tercera reunión internacional, los expertos ofrecerán sus aportaciones sobre los estudios a los restos extraídos en la perforación; se busca continuar una serie de análisis, en esta ocasión sobre las redes acuíferas de la Península de Yucatán, sobre aspectos geológicos, así como un seguimiento al problema de cambio climático que afectó al planeta tras el impacto del meteoro.
Informó que ya en las dos primeras reuniones se han emitido las primeras aportaciones y conocimientos de los estudios realizados por los especialistas y donde se explicó que el pico de anillos que bordea el cráter emergió de la tierra tras el impacto del fósil hace 75 millones de años.
Asimismo, precisó que los especialistas y científicos que estudian los resultados tienen muy diversas teorías sobre el volumen del meteorito, el punto de impacto y las condiciones que se dieron tras el hecho que ocasionó una era glaciar que mató a los dinosaurios y que a la postre permitió el desarrollo de otras especies que evolucionaron para la aparición del ser humano.
En esta ocasión y con apoyos internacionales, los especialistas en conjunto con investigadores de la UNAM harán nuevas perforaciones, esta ocasión en la costa occidente del cráter, en el perímetro del puerto de Sisal y en sitios aún no determinados en la zona continental, a una profundidad aún por determinar dependiendo de los requerimientos geofísicos para hallar restos de este meteorito.
Se busca, mencionó, ampliar la información sobre el cráter, considerado el mejor conservado del mundo y que se encuentra a un kilómetro del subsuelo cubierto de roca, pero que se mantiene en perfectas condiciones para recuperar muestras y datos geológicos.
Expuso que los resultados finales de las investigaciones tardarán muchos años en poderse dar a conocer, ya que los expertos evalúan sus teorías y conforme avanzan las investigaciones se van presentado nuevas propuestas.
La Expedición 364, realizada en mayo de 2016 por un grupo de científicos de 23 países, incluido México, se realizó en las costas del litoral yucateco para conocer aspectos científicos sobre el impacto tras el fenómeno del meteorito que colisionó con el planeta Tierra hace 75 millones de años. (ACOM)
