En esta edición, se logró anillar un total de 546 polluelos, de los cuales 476 correspondieron a Ría Lagartos y 70 a Ría Celestún. Tras aplicar los protocolos de higiene y cuidado, todas las crías fueron liberadas en su hábitat natural.
Las actividades fueron coordinadas por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) con el respaldo de instituciones académicas, asociaciones civiles, autoridades de los tres órdenes de gobierno y la participación de más de 200 voluntarias, voluntarios y especialistas, consolidando un esfuerzo colectivo en favor de la conservación de esta especie emblemática.
Un hecho relevante fue la incorporación, por primera vez, de un grupo de mujeres en el arreo de flamencos, reflejando un avance hacia la inclusión y la equidad en las tareas de protección ambiental.
Durante la jornada también se identificaron ejemplares con hasta 26 años de longevidad, lo que constituye un indicador del éxito de las estrategias de protección implementadas a lo largo de los años.
El anillamiento permite monitorear los desplazamientos del flamenco, conocer su tasa de supervivencia, identificar zonas de alimentación y reproducción, y evaluar el estado de sus poblaciones, información clave para diseñar programas de conservación a largo plazo.




