Una vez capturado el murciélago, el equipo de expertos procede a identificar el ejemplar para confirmar que se trate de una especie hematófaga. Posteriormente, se le aplica un ungüento vampiricida y se libera.
La dependencia subraya que no se capturan ni se manipulan otras especies de murciélagos, lo cual contribuye a la protección de la biodiversidad y evita afectar a poblaciones que no representan riesgo para el ganado.
La Seder aclara que la mordedura de un murciélago hematófago no es la causa directa de la presencia de gusanos en los animales, sino que, tras el ataque, se generan heridas en la piel del ganado.
Dichas lesiones, detalla, se convierten en puntos de atracción para la mosca Cochliomyia hominivorax, que deposita sus huevecillos y, en cuestión de horas, estos se transforman en larvas que provocan la infestación.
Por ello, destaca que la atención veterinaria oportuna y el monitoreo constante resultan fundamentales para prevenir enfermedades en los hatos ganaderos.
La Secretaría indica también que el Cefppy cumple con todos los lineamientos legales para esta campaña, que se lleva a cabo desde hace varios años. Asimismo, su personal cuenta con vacunación contra la rabia y utiliza equipo de protección especializado para prevenir cualquier incidente.
El trabajo coordinado entre las AGL, el personal capacitado y las autoridades permite desarrollar campañas de control efectivas que garantizan la salud del ganado.




