El presidente de la Asociación de Cerveceros Artesanales de Yucatán (CAY) y fundador de Cuerno de Toro, Ovidio Suárez León, declaró que, desde el 2017 el sector quiere que se apruebe una modificación a la Ley de Salud, a la de Hacienda y la de Desarrollo Urbano que cree la figura jurídica de “cerveceros artesanales”.
“Queremos competir con un piso justo, un piso parejo”, declaró. Al crearse la figura jurídica, ellos podrán acceder a diversos programas de apoyo y financiamiento que tiene el gobierno estatal por medio de sus dependencias como el Instituto Yucateco del Emprendedor (IYEM), la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur) y la de Fomento Económico (Sefoe), y también en los niveles federales y municipales.
Al licitar un apoyo, gestionar un crédito ante las instituciones públicas, solicitan acta constitutiva y permisos, porque “al Congreso del estado no se le da la gana de reformar la Ley de Salud”, manifestó.
También, al acudir ante las distintas secretarías, como Hacienda y Salud, podrán generar su acta constitutiva y recibir los permisos correspondientes será más fácil, consideró. Actualmente, cuando se acude a pedir un permiso relacionado con la elaboración de cerveza, los funcionarios “no tienen idea de lo que les hablan”, manifestó.
Eso porque no les cuadra que alguien haga cerveza, porque normalmente se compra a los gigantes, señaló.
También quieren ser invitados a participar en eventos turísticos y económicos de la entidad, como la Semana de Yucatán en México, organizada por la Sefoe y la Sefotur, con quienes quieren colaborar.
Indicó que así como se presume a la gastronomía yucateca a nivel nacional y mundial, quieren que la cerveza artesanal que se produce en la entidad reciba el mismo trato, porque esa es la verdadera cerveza yucateca, la que se produce en el estado.
Es para “existir, para estar presentes”, esa es la intención, enfatizó.
La iniciativa solicita la modificación de la Ley de Salud para que se contemple la elaboración de cervezas dentro de la determinación sanitaria, con la creación de la persona jurídica llamada “cervecería artesanal”, dedicada a la elaboración, distribución y almacenaje de cerveza artesanal.
Indicó que no se puede aplicar la misma ley que a los establecimientos que expenden la cerveza al público, porque “la maquilamos, no vendemos”. Por lo que proponen que se reforme jurídicamente.
Con respecto a parques recreativos, centros de recreo, culturales, deportivos, religiosos, de trabajo, de docencia y otros similares debe existir una distancia mínima de 200 metros en correspondencia a los establecimientos que venden bebidas alcohólicas, indica la ley de Salud yucateca.
Sí tiene que haber un reglamento urbano y de protección civil, pero no debe ser aplicado de la misma manera a una bodega de cerveza que a un restaurant-bar, son cosas distintas, manifestó Suárez León.
También se realizó una propuesta de determinación sanitaria, enfocada en los municipios, añadió.
En ningún punto jurídico se menciona a la cerveza artesanal, expresó sobre la Ley de Salud.
Alejandra Pacheco Montero, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), reconoció que ese acceso a programas y apoyos públicos es parte de lo que se busca dentro del emprendimiento local y nacional.
En Yucatán hay un déficit de empresas formales, que quieran existir, por lo que formalizar las cosas es positivo porque ayudará a que crezcan ellos y la industria que se trabaja, aseguró.
La iniciativa de los cerveceros artesanales se basa en casos de éxito probados de otras entidades de la República, como Guanajuato, Jalisco, Baja California y la Ciudad de México.
En la reforma de 2016 a la Ley de Venta, Almacenaje y Consumo Público de Bebidas Alcohólicas, el Congreso de Baja California incluyó las figuras de “cerveza artesanal” y de “boutique de cerveza artesanal” para indicar los establecimientos donde se vende al menudeo en envase cerrado.
También aparece la “sala de degustación”, al lugar que se dedica a la venta exclusiva con o sin alimentos y con música grabada o en vivo, y “microcervecería” que corresponde al establecimiento independiente donde se produce y almacena para su distribución y venta de cerveza artesanal de producción propia así como de diversos proveedores de cerveza artesanal.
La propuesta de la Asociación de Cerveceros de Yucatán ya fue presentada al Congreso del estado, en la anterior legislatura. La iniciativa fue entregada por los cerveceros artesanales en 2017 a los diputados locales de la legislatura pasada, pero el priista Evelio Dzib Peraza se apropió de ella y la presentó como suya.
En todo ese tiempo, nunca fue considerada por los legisladores yucatecos. Quedó como debe tomarse una cerveza: congelada.