Al respecto, el meteorólogo, Juan Antonio Palma Solís, explicó que en el caso de la Península de Yucatán, la “canícula” favorece incremento de las temperaturas a 40 grados Celsius o más, además de sensaciones térmicas superiores a los 50 grados por el alto contenido de humedad que prevalece en nuestra zona, que propicia intenso “bochorno” que resulta insoportable para la población.
Esta situación también impacta en la salud pública por los golpes de calor y enfermedades gastrointestinales, ya que los alimentos se descomponen fácilmente.
Explicó que el fenómeno también es conocido como “sequía intraestival”, el cual inicia aproximadamente desde mediados de julio y puede prolongarse hasta finales de agosto.
"Se caracteriza por ser un período de disminución en las precipitaciones de manera no uniforme y no continua en varias zonas de nuestro país. Esto indica que no deja de llover completamente, pero la intensidad y distribución espacial de las lluvias disminuye temporalmente, lo que da paso a incremento de las temperaturas", refirió.
Apuntó que es importante recalcar que la “canícula” no es factor que evite la formación de ciclones tropicales, por lo que también existe riesgo de afectación de alguno de ellos.
"Los pronósticos indican que para el inicio de este periodo canicular se presentarán lluvias dentro de lo normal a ligeramente por arriba de lo normal en la Península de Yucatán, cuando mucho hasta finales de julio, lo que significa que no se sentirán su efectos en lo que resta del mes", apuntó.
Los principales factores que darían paso a una “canícula” débil son principalmente que continuará el constante tráfico de ondas tropical sobre la región del Caribe y nuestra zona, y un comportamiento normal de la dorsal del Atlántico, condición que mantendrá el flujo de humedad y ocurrencia de precipitaciones de manera normal. (ACOM)