Los mamíferos eran transportados en dos cajas de madera con orificios perforados a los costados y las autoridades determinaron que la documentación para su traslado era apócrifa. Cada uno de los animales tenía diferente destino, uno iba a Monterrey y el otro a Guanajuato.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) dictaminó que se trata de dos ejemplares de vida silvestre, crías de la especie mono araña (Ateles Geoffruyi), que se encuentra en categoría de riesgo de peligro de extinción y está protegida por la NOM-059-SEMARNAT-2010.