La antropóloga declaró que no solo los gobiernos, federales, estatales y municipales, han encontrado un nicho que les permite vender cualquier cosa, también lo maya representa una mercancía que, si tiene valor, sirve para sacar los mayores beneficios posibles en un mundo globalizado.
“Hay una crítica fuerte a este tipo de maneras, de poner etiqueta de ‘lo maya’ a todo sin que siquiera represente ese peso importante para ellos”, expresó.
Reconoció que la discriminación que sufren las comunidades mayas ocurre tanto por las personas no mayas como dentro de ellas mismas.
“La discriminación no solo es de fuera hacia adentro, no solo el no maya discrimina al maya; incluso entre los mismos mayas se discriminan unos a otros, precisamente porque dicen, ah es que habla maya, está muy fregado; ‘El que no habla tanto ya se desarrolló, ya se civilizó’, dicen”, expresó.
Esa discriminación es peor, porque es luchar contra años de gobiernos y una ideología que no le ha dado la importancia ni el peso debido al conocimiento y la sabiduría a un pueblo tan importante como la civilización maya, afirmó.
“La lengua, que lo que realmente refleja es el grado de conocimiento y madurez de una civilización, se discrimina”, indicó.
Expresó que las políticas públicas lograron meter en la mente de las personas de las comunidades que hablar maya es algo que no les sirve para nada, “a tal grado que estamos en un plano en que tratamos de revalorar esta cultura, la lengua, las costumbres y lo que tiene que ver con el pensamiento mágico, religioso de los mayas”.
“Los jóvenes ya no quieren saber de eso, hay un desdén hacia los abuelos, y piensan que no les va a servir para nada, eso representa un verdadero problema”, finalizó (Paul Antonie Matos).