Sin embargo, en Yucatán pueden convivir en una misma comunidad, sobre todo en las de alta marginación, niños con problemas de obesidad con otros con grandes carencias alimenticias y un estado de desnutrición, reconoció.
Las prácticas alimenticias deben iniciar desde la niñez, porque cuando son adultos es más complicado cambiarlo, no imposible, dijo. Se tiene que trabajar con los niños para fortalecer la educación y mejorar la situación alimentaria en la entidad, expresó.
Dijo que cada vez hay menos actividad física que, en conjunto con un alto consumo de alimentos de valor calórico, aporta a los problemas de obesidad y sobrepeso en Yucatán.
La UADY realizó una intervención en seis escuelas primarias, con 150 alumnos de la licenciatura de nutrición, en los alrededores de la Facultad de Medicina, para enseñar sobre las dietas saludables, la modificación de hábitos alimenticios y una actividad física constante. (Paul Antonie Mato)