1.- El permiso para la construcción de dicha planta fue otorgado el 17 de marzo de 2015, durante la administración anterior a la que actualmente dirige la Japay.
2.- Si bien, la mencionada planta se recepcionó en noviembre de 2019, se estableció claramente que la continuaba operando el fraccionador, es decir, que el funcionamiento de la misma se ha mantenido bajo la entera responsabilidad del mismo.
3.- Con la precipitación pluvial ocasionada por “Cristóbal”, la planta mostró vicios ocultos y deficiencias que deberán ser atendidas precisamente por el fraccionador.
4.- La planta se inundó durante su operación, y el fraccionador empezó a trasegar el contenido a una sascabera adjunta a la misma, situación totalmente irregular y por lo cual se le señaló al fraccionador que no continúe con esa acción. De lo anterior se pudo dar fe por una visita del personal de la Japay, derivado precisamente de las quejas de los vecinos.
5.- Como reacción, los vecinos sellaron la línea que viene del fraccionamiento hasta un pozo de visita, para evitar la llegada a la planta de las aguas residuales, generando así el congestionamiento de las aguas negras provenientes del drenaje sanitario de poco más de 2,000 casas construidas en el fraccionamiento al que le da servicio la planta.
6.- Ante tal situación se dio la inmediata instrucción de intervenir y realizar todas las acciones necesarias para evitar perjuicios a los vecinos de la planta y a los residentes del fraccionamiento Cielo alto.
7.- En la Japay continuaremos con estas acciones hasta en tanto se estabilice la planta y se realicen los procedimientos necesarios contra la empresa fraccionadora que opera la misma.
