Con el apoyo de Nicolás Park, administrador de la Embajada de la República de Corea en México, quien fungió como traductor, el señor Byung Jin hizo un reconocimiento al apoyo recibido por el Ayuntamiento de Mérida a diferentes peticiones de la comunidad coreana.
Hizo especial énfasis en el nombramiento de una avenida (la siete del fraccionamiento Altabrisa) con el nombre de República de Corea, así como la futura instalación de la estatua del “Greetingman” (Hombre que saluda). Este último proyecto ya aprobado por el Ayuntamiento y del que el visitante ofreció ultimar detalles para concretarlo.
El “Greetingman” se instalaría en la misma avenida República de Corea y es un obsequio que la nación realiza a diferentes países como muestra de buena voluntad, para resaltar los lazos de cooperación, paz y reconciliación.
El diplomático subrayó que Mérida tiene un significado muy especial para su país por los más de 100 años de amistad que llevan a raíz del establecimiento de coreanos en la capital del estado.
Hoy, recordó, la comunidad coreana en Mérida tiene más de 2 mil descendientes que han hecho de este lugar su hogar.
Fritz Sierra recordó que el hermanamiento entre Corea y Mérida permite desarrollar proyectos económicos, turísticos y culturales en beneficio de ambos lugares.
Recordó que el nombramiento de la avenida siete del fraccionamiento Altabrisa como “Avenida República de Corea” ha dado un mayor impulso al hermanamiento entre Mérida y el país asiático.
Al término de la junta de trabajo, la presidenta municipal obsequió al visitante una réplica en miniatura de las sillas conocidas como “confidentes”, elaborada en piedra por artesanos de Dzityá y el visitante coreano a su vez obsequió a la alcaldesa un juego de tazas de té pintado mano.
La relación entre Mérida y Corea se remonta a principios del siglo XX, cuando fue la primera ciudad mexicana en recibir a los primeros mil 33 inmigrantes coreanos que tuvieron que abandonar su país por la invasión japonesa.