Omar Ariel Góngora Piña, presidente de la Casa del Molinero, informó en rueda de prensa que además del difícil panorama económico que enfrentan, los negocios formales tienen que enfrentar el fenómeno de las tortillerías “piratas” que existen en la capital yucateca, cuyo número oscila en los 60 establecimientos.
“Sobre los molinos irregulares hemos estado platicado con las autoridades y nos han ofrecido trabajar sobre ese tema para que todos los molinos se normalicen y estén bien establecidos”, dijo.
De igual forma, sostuvo que ese tipo de negocios irregulares no pagan impuestos, lo que genera una competencia inequitativa para las más de 500 tortillerías que trabajan de manera regular y generan empleos.
Lamentó que ningún nivel de gobierno se haya acercado a la Casa del Molinero para ofrecer apoyo alguno durante la pandemia, por lo que demandó a las autoridades generen algún tipo de ayuda para que el precio de la tortilla pueda mantenerse en un nivel accesible.
“Nos dicen, sí los vamos a apoyar, pero hasta ahorita seguimos esperando, porque una de las cosas que siempre hemos dicho a las autoridades, que no es posible que se apoye a todo industrial sea pescador, sea ganadero y al industrial de la masa y la tortilla jamás ha recibido un apoyo”, enfatizó.
Estableció que los dueños de los molinos no son los culpables del aumento en el precio del alimento, toda vez que actualmente está liberado y es la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), la que está atenta a que no se generen abusos.
“No depende de nosotros el ajuste, sí hay que gente que está especulando con la tortilla, nosotros queremos claramente que cada molinero tome su criterio”, finalizó.
