Aunque todavía no se sabe qué originó el fuego, decenas de bomberos, aproximadamente cuarenta, apoyados por policías estatales y federales, llegaron al lugar minutos antes de la medianoche, cuando inició el siniestro.
En un recorrido por el lugar se pudieron apreciar numerosos automóviles consumidos por las llamas, que han alcanzado hasta los cinco metros de altura.
Hasta entradas las primeras horas de este miércoles, los elementos de seguridad seguían en el lugar, tratando de sofocar el fuego. Incluso, fue necesario derribar pedazos de barda del recinto para que los bomberos pudieran hacer su trabajo.
En el sitio se encuentran tanto automóviles como bicicletas y motocicletas que han permanecido en el lugar desde hace meses, dado que sus propietarios jamás acudieron a "rescatarlos".