En un comunicado, Servicios de Salud de Yucaán (SSY) señala que lagrimeo abundante, irritación, escozor, sensación de un cuerpo extraño en los ojos, comezón en el interior y en los bordes, intolerancia a la luz, coloración roja en el globo ocular y secreción serosa, fibrinosa o purulenta, son algunos de los síntomas de la afección. Por ello, SSY recomienda acudir de inmediato a un centro médico para recibir atención especializada antes que recurrir a remedios caseros.
Frente a esta situación, se hace un llamado a tomar medidas de prevención y control ante la sospecha de haber sido contagiado de conjuntivitis, por lo que se debe consultar a un profesional y prescindir de la automedicación. Lo adecuado es ir a las unidades médicas o centros de salud más cercanos en cuanto se presenten las primeras manifestaciones de la enfermedad.
En caso de confirmarse, las técnicas de aislamiento son la clave para la propagación de brotes, tales como evitar la asistencia del paciente a eventos multitudinarios o sitios con gran afluencia de personas como iglesias, albercas, balnearios, escuelas, guarderías y de trabajo.
El tratamiento prescrito por el médico dependerá del tipo de conjuntivitis; sin embargo, además de los medicamentos se puede utilizar gotas o ungüentos, así como tratamiento antialérgico según se requiera. Las compresas o toallitas frías o tibias sobre los ojos infectados proporcionan alivio y resultan ser de gran ayuda para paliar la condición.
También se sugiere limpiar cuidadosamente el ojo infectado con agua tibia y gasa o bolitas de algodón nuevas y limpias; de igual forma, consultar al médico con la frecuencia que sea necesaria y seguir cuidadosamente sus indicaciones. Así, en una semana se notará una mejoría en la salud.
La dependencia advierte que se trata de una enfermedad causada por virus o bacterias, que se manifiesta en la inflamación de la conjuntiva causada por la acción de agentes infecciosos, alérgicos, tóxicos o mecánicos y es altamente contagiosa, por lo que es capaz de extenderse rápidamente si no se controla a la brevedad.
Este padecimiento, que puede afectar a uno o ambos ojos, es más frecuente en infantes, aunque también se presenta en adultos. Por lo general, la acción de la patología es limitada, pero algunas veces progresa y es probable que cause serios problemas oculares y extra oculares.
Su transmisión es por contacto directo a través de las secreciones de la conjuntiva, pero también se da de forma indirecta mediante artículos personales contaminados como juguetes, cosméticos, cubiertos, toallas y anteojos, entre otros. Por ello, es importante aislar las cosas del afectado de las del resto de la familia, así como mantener especial limpieza y cuidado con los utensilios de preparación de alimentos.
Para prevenir la diseminación de la infección es fundamental lavarse las manos frecuentemente, al igual que limpiar cualquier objeto que pueda entrar en contacto con secreciones oculares o respiratorias, además de evitar tocarse los ojos con las manos o con cualquier utensilio.