El grupo inconforme criticó la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador, de no ser empático con esta situación que aseguran lleva al menos cuatro años y lo que a su consideración, los está llevando a la muerte.
El vocero de los inconformes, Servio Rosado Aparicio, explicó que esta es la segunda ocasión que llevan a cabo este tipo de movilización, es decir, llevar el ataúd a la sede del Ejecutivo local, para que, a su vez, el Gobierno Federal los voltee a ver, pues aseguró que al momento se sienten ignorados.
Explicó que estas acciones, los jubilados de la empresa productiva del Estado la han llevado a la Ciudad de México, una movilización frente a la Embajada de Estados Unidos y otra más en junio frente al Zócalo de la capital del país.
“Nos están matando, llevamos 15 días sin servicio médico, sin cirugías, sin nada, se está muriendo la gente”, sentenció Rosado Aparicio.
Explicó que la petición que están solicitándole a la autoridad federal tiene como base la cláusula 89 de su contrato colectivo de trabajo, la cual asegura se encuentra en vigor, pero que no se está respetando.
Acusó al Presidente de la República de ser apático para con las peticiones de los jubilados de Petróleos Mexicanos (Pemex), en este caso de la entidad. Insistió que el hecho de que no cuenten con su servicio médico es “una sentencia de muerte”.
Comentó que el servicio de seguridad social con el que cuenta Pemex “está en ruinas”, por lo que señaló que es necesario que los titulares de la paraestatal deben ser sancionados, por lo que a su parecer es una negativa de brindar esta prestación.
Lamentó que, pese a que han dado prácticamente la mitad de su vida al servicio de Pemex, esta empresa no les está respondiendo conforme a lo establecido en sus acuerdos del contrato colectivo de trabajo.
Los inconformes aseguraron que no se moverán de este lugar hasta que las autoridades del Gobierno Federal les hagan caso y les brinden la atención médica que necesitan.
