En la capital yucateca, el Monumento a la Patria fue la sede de la movilización de los periodistas, quienes colocaron cinco sillas con las fotografías de los reporteros asesinados en los estados de Baja California (2), Michoacán, Veracruz y Oaxaca.
También los manifestantes leyeron un comunicado nacional, donde se establece la difícil situación que impera en los y las trabajadoras de los medios informativos.
David Rico, reportero del periódico digital “Líneas Emergentes”, dio lectura a la primera parte del comunicado, donde recordó los cinco casos de reporteros que fueron asesinados en el presente año.
El periodista indicó que de acuerdo con cifras de la organización Artículo 19, del 2000 a la fecha, suman 150 asesinatos de periodistas en México, posiblemente relacionados con su labor, 138 eran hombres y 12 eran mujeres.
“De estos crímenes, 47 se registraron cuando Enrique Peña Nieto estaba al frente de la Presidencia y 30 en la actual gestión de Andrés Manuel López Obrador. Veracruz, con 31 asesinatos; Guerrero y Oaxaca, con 15; Tamaulipas, con 14; y Chihuahua, con 28; son los estados con mayor número de asesinatos de periodistas acumulados a la fecha”, apuntó.
Dijo que muchas de las agresiones son perpetradas principalmente por los gobiernos coludidos con el crimen organizado, en un claro esfuerzo por callar las voces de quienes nos dedicamos a la labor informativa, cuestionando y contrastando datos, con el único fin de contribuir a que la sociedad forje su criterio propio.
Al hacer uso del micrófono, Lilia Balam, reportera y fotoperiodista, apuntó que los comunicadores han puesto sobre la mesa otras formas de violencia contra las y los trabajadores de los medios, que si bien, tiene como máxima expresión el asesinato, tiene otras manifestaciones, como la negación de nuestros derechos laborales.
“Las y los trabajadores de los medios laboramos durante largas jornadas por salarios miserables, sufrimos acoso laboral y sexual, tememos por nuestra seguridad y aún así no tenemos garantizada una vejez digna, en caso de que lleguemos a la vejez”, precisó.
Denunció que la gran mayoría de las y los trabajadores de los medios laboramos en varios medios al mismo tiempo para completar nuestro salario, trabajamos jornadas de hasta 12 horas, no tenemos acceso a descansos dignos y nuestra salud mental se ve seriamente afectada.
“Vemos con impotencia que a pesar del llamado y el reclamo constante a las autoridades de los tres niveles de gobierno, la única respuesta que hemos recibido a la fecha es el silencio y la continuidad de los asesinatos de periodistas en México”, añadió.
Reiteró el llamado a los y las trabajadores de los medios de comunicación a seguir movilizándose pero también a avanzar en una forma de organización permanente que no solo reaccione cuando asesinan a alguien, sino que nos defienda de manera cotidiana.
“Es urgente que cese la violencia hacia la prensa, misma que el Presidente Andrés Manuel López Obrador y otros gobernantes en el país promueven a través de su discurso de odio hacia los medios y sus trabajadores. No somos enemigos del Estado y exigimos garantías para ejercer nuestra labor sin temer por nuestras vidas”, manifestó.
Exigió que los asesinatos de nuestros y nuestras compañeras no queden impunes y que su labor periodística sea considerada dentro de las líneas de investigación. Queremos justicia real: basta de simulación en la investigación que supuestamente realizan las autoridades.
“Pedimos a la población en general a sumarse a esta movilización, pues cada vez que una trabajadora o un trabajador de los medios de comunicación es atacado o asesinado, se vulnera también su derecho al acceso a la información y a la libertad de expresión”, finalizó.