Gracias a la celeridad y estrategia para la realización de los trabajos, explicó, esa vía permaneció cerrada mucho menor tiempo que el previsto, pues el lunes 29 y hasta las 14 horas del martes 30 solo se cerró el carril de baja velocidad y se mantuvieron abiertos los carriles central y de alta velocidad. Es decir, el puente estuvo cerrado apenas 24 horas, lo estrictamente necesario para el fraguado del concreto.
Chan Lugo recordó que los trabajos de mantenimiento son impostergables, pues de no hacerlo de inmediato se pondría en riesgo la seguridad de los usuarios de esa vía, debido a aparición de baches ocasionado por afectaciones que se registran, por la antigüedad del puente, en partes prefabricadas conocidas como prelosas.
Las reparaciones se realizan de inmediato conforme se detectan los daños, pero son trabajos que no se pueden programar con anticipación, porque no se sabe en qué momento pueden surgir.
El funcionario señaló que los trabajos se hacen en el menor tiempo posible para reducir al mínimo las afectaciones a los miles de usuarios que circulan todos los días en esta importante vía de la ciudad.
Recordó que el pasado 17 de julio fue intervenido con éxito el carril central de dicha estructura, e insistió, en que el Incay actúa de inmediato en cuando se detectan los daños en las “prelosas”. Sin embargo, dijo, aceleramos los tiempos de reparación, pues sabemos que el periférico es de las vías más usadas de la ciudad.