En entrevista, el sacerdote dijo desconocer el número de denuncias presentadas por robos de dinero y objetos en las iglesias de la arquidiócesis, sin embargo, aceptó que tal fenómeno se vio en aumento, quizá por las carencias económicas que muchas familias vivieron producto del cierre de actividades económicas.
“Ciertamente con la pandemia hubo un aumento porque la necesidad era mayor y también se da, aunque recientemente no hemos tenido, gracias a Dios, pero si vemos en el país que si se dan robos de cosas sagradas, como profanación también, pero que insisto no hemos tenido recientemente”, precisó.
Empero, indicó, que dicho fenómeno no es nuevo, pues antes de aparecer el Covid-19 había robos en los centros de culto por parte de personas que buscaban dinero principalmente.
“Creo el tema de la violencia y de los robos esta presente tenemos que ser cuidadosos, hablando específicamente de las iglesias, en ese sentido el procedimiento que se realiza cada vez que sucede estos eventos, lo lógico es levantar la denuncia y hacer la descripción de lo que se ha llevado, a veces lo consiguen, a veces no”, apuntó.
Afirmó que si bien, los robos aumentaron durante la pandemia, en muchos de los eventos de ese tipo, lo ladrones se fueron con las manos vacías, toda vez que al cerrarse los templos no había recursos en las alcancías de los templos, por lo que las afectaciones fueron principalmente destrozos en los inmuebles.
El ministro de culto hizo un llamado a los feligreses para que vigilen y cuiden las iglesias para que en caso de ver “algo sospechoso” reportarlo de manera inmediata ante las autoridades competentes.
“A la autoridad y a todos, estar atentos siempre a cuidar la zonas de uso común y las privadas, estoy hablando de las iglesias que es la casa de todos, de encuentro con Dios, lugar de oración, estar siempre atentos y si se ve algo sospechoso, alguna persona, ver algo que pudiera generar duda, avisar a la autoridad correspondiente”, reiteró.
Dijo que algunos párrocos o encargados de los templos no realizan las respectivas denuncias ante el monto que roban a bien porque les da “pena” por la persona que realiza el hurto, toda vez que en muchos de los casos lo hacen por necesidad.
“El reporte va directamente al área jurídica de la Arquidiócesis de Yucatán, es donde se hace el reporte, también es donde se hacen las denuncias y seguimiento”, ahondó.
Finalmente, señaló que ante el riesgo de sufrir la visita de los amantes de lo ajeno, varias parroquias han optado por colocar cámaras de seguridad para disuadir a los ladrones de realizar un atraco en los centros de culto.
