En la víspera, autoridades colocaron muros de metal y vallas para “proteger” algunos monumentos que en anteriores ediciones habían sido intervenidos con pintas, los cuales no intimidaron a las féminas quienes por miles acudieron al Jardín de Santa Ana y al remate del Paseo Montejo para protestar, ambas citas con apenas una hora de diferencia.
Al caer la noche las consignas y pancartas comenzaron a aparecer, denuncias de todo tipo se hacían presentes en las movilizaciones que en un momento llegaron fundirse en una sola sobre la calle 47 de la capital yucateca.
¡Ni una más, ni una más, ni una asesinada más! ¡Verga violadora a la licuadora! ¡Mérida no es blanca, es feminicida! Fueron algunas de las consignas que se podían escuchar que provenían de los contingentes que marcharon uno hacia la Plaza Grande, el otro hacia el Monumento a la Patria el cual ya lucía desde temprana hora un tendedero de denuncia en los muros metálicos colocados para evitar pintas en el lugar.
Con carteles en mano, las participantes pedían la muerte del machismo, denunciaban abusos sexuales de agresores, pedían por sus vidas y exigían al gobernador Mauricio Vila Dosal que las cuidara como lo hace con los monumentos.
El contingente que se dirigió hacia la Plaza Grande caminó por la calle 58 y al llegar a la sede estatal del Partido Acción Nacional (PAN), entre 49 y 51, algunas de las participantes intervinieron el edificio que a diferencia de otros inmuebles, no contó con protección por lo que fue pintarrajeado.
Las pintas se propagaron por varios inmuebles del Centro Histórico de la capital yucateca, entre ellos, el Palacio de la Música.
Al llegar al corazón de la capital yucateca, las manifestantes se encontraron con vallas colocadas por el Gobierno del Estado en la sede del Poder Ejecutivo, por lo que comenzaron a derribarlas ante la mirada de antimotines de la Secretaría de Seguridad que vigilaban el inmueble.
En Paseo Montejo, el Ayuntamiento Mérida reportó fallas en el sistema de alumbrado público, el cual trataba de ser reparado para la seguridad de las participantes en la manifestación que prácticamente abarrotó el primer cuadro de la ciudad desde el remate del Paseo Montejo hasta la Plaza Grande.