“No se debe cambiar sin antes ver sus resultados”, advirtió el también consultor de Editorial Santillana.
“Sería drástico y apresurado cambiar el modelo educativo sin antes evaluarlo. Hay que darle oportunidad sin atentar contra los docentes”, enfatizó.
Ante la negativa que generó el modelo educativo, Domínguez Uribe recomendó a los profesores “manifestarse en el salón e incidir en el alumno”.
La reforma educativa, recordó, persigue la calidad e inclusión, principales ejes de la educación.
La educación, dijo, será 100 por ciento humanista e integral, ahora se tendrán aprendizajes significativos y útiles.
“El estudiante descubrirá la utilidad de lo que aprende”, precisó.
De 2011 a 2016, el alumno estaba en un nivel memorístico, que representó un desfase y aprendizajes mínimos, “a partir del próximo ciclo escolar, adquirirá un pensamiento crítico y reflexivo, tendrá el deseo por aprender y buscar el aprendizaje”. (IFP)