El arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, será el encargado de inaugurar esta exposición el próximo domingo por la mañana, que incluye un total de 40 imágenes de las actividades religiosas que tuvo el sumo pontífice a su visita en el estado el 11 y 12 de agosto de 1993.
El Papa Juan Pablo II estuvo en Yucatán por espacio de dos días, en la que fue la tercera visita que realizó a México. En su recorrido internacional, el sumo pontífice pernoctó en la capital yucateca tras visitar Jamaica.
En este encuentro eclesiástico, que se consideró uno de los más activos en sus recorridos internacionales, el polaco encabezó tres celebraciones religiosas, una en Izamal destinada a grupos indígenas, otra en el Seminario de San Ildefonso donde descansó y una más en Xoclán, a la que acudieron más de 800 mil feligreses.
El Papa viajero, como se le conoció a Karol Wojtyla, arribó a Mérida el 11 de agosto de 1993 a las 10:17 de la mañana y fue recibido por el entonces Presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari. Fue la primera vez que un mandatario mexicano se dirigió al jefe de la Iglesia Católica como “Su Santidad”.
En honor de su investidura, fue recibido como jefe de Estado con una salva de 21 cañonazos. El encuentro oficial se realizó en Palacio de Gobierno, donde se acondicionó una sala para dicha actividad oficial protocolaria.
Posteriormente, Juan Pablo II viajó a Izamal en helicóptero para oficiar una ceremonia religiosa ante unas 4 mil personas, en su gran mayoría grupos indígenas, donde el propio líder religioso pidió perdón a los grupos nativos americanos por los daños ocasionados durante la conquista.
La ceremonia en Izamal tuvo como contexto el V Centenario de la Evangelización del Nuevo Mundo (1492), e insistió a los feligreses solidaridad de la Iglesia y el noble pueblo mexicano. El santuario mariano dedicado a Nuestra Señora de Izamal, sirvió como encuentro con las etnias de América.
De Izamal, Juan Pablo II voló a Mérida para hacer dos recorridos por la ciudad y una breve visita a la Catedral, donde oró ante el Cristo de la Unidad.
Luego asistió a una comida en el Seminario Conciliar. Por la tarde, el jerarca de la Iglesia católica ofició una ceremonia que duró dos horas y 47 minutos en una zona entonces despoblada del poniente de la capital yucateca.
El día 12 de agosto, en su primera actividad, Juan Pablo ofició una misa para un pequeño grupo de personas y seminaristas que lo atendieron en la sede del Seminario Mayor y emprendió un recorrido de 20 minutos hasta el Aeropuerto Internacional donde fue despedido por la entonces gobernadora de Yucatán, Dulce María Sauri Riancho. (ACOM)
