La menor había sido llevada por su madre a consultar un aparente dolor agudo del nervio de la ciática que le aquejaba desde tres días atrás.
La madre comentó a las autoridades que la menor estaba con queja de dolor del nervio de la ciática, o al menos eso le habían tratado cuando fue llevada días anteriores a una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde le aplicaron una inyección de diclofenaco y la enviaron de vuelta a casa.
Como los dolores persistían, la noche del sábado se le trasladó al Centro Médico Pensiones, donde se le inyectó dexametasona, un potente antiinflamatorio utilizado comúnmente para paliar los síntomas de la ciática.
Hoy en la mañana, como ya no aguantaba el dolor, su mamá la llevó al Grupo Médico de la Salud para que fuera revisada por un doctor, pero desgraciadamente perdió la vida en el lugar al estar sentada en la sala de espera.
Aparentemente un paro cardiaco fulminante fue lo que provocó el deceso, pero será hasta que las autoridades hagan la necropsia de rigor cuando se sepa con exactitud qué fue lo que le arrebató la vida a la menor.
La madre, desconsolada, estaba a las afueras del consultorio en espera de que la Fiscalía General del Estado y el Servicio Médico Forense (Semefo) procedieran al levantamiento del cuerpo. (ACOM)