Aurora Aguilar Rodríguez, legisladora federal y presidenta del Centro de Estudios para el logro de la Igualdad de Género del Poder Legislativo, señaló que el impacto socioeconómico del país por falta de políticas públicas para atender este lacerante problema es muy alto, según reporta la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Aguilar Rodríguez ofreció la conferencia "Agenda de Género del Poder Legislativo" en Mérida, donde presentó cifras alarmantes sobre la incidencia de embarazo adolescente que creció de manera desmedida en la última década, pasando de un 15 a un 23 por ciento en niñas mexicanas.
Destacó la urgente necesidad de trabajar y crear políticas públicas en materia de salud para incrementar las tareas de información, educación y sensibilización entre el sector juvenil.
Dijo que niñas y niños están expuestos a altos “consumos” de información sexual y erótica desde los medios de comunicación y la explotación comercial que se ofrece desde campañas publicitarias en redes sociales y espacios públicos.
La ponente puso de manifiesto la necesidad de establecer tareas más comprometidas y mecanismos preventivos para atender este problema.
Dijo que urge robustecer las leyes federales y de los estados para vigilar el cumplimiento de tareas de salud en adolescentes, desplegar campañas de prevención e información para que las niñas y niños mexicanos tengan conciencia, capacidad de decisión en su sexualidad y mecanismos de protección en el uso de dispositivos.
Recordó que diversos estudios revelan que las niñas mexicanas inician su vida sexual desde los 12 años, en tanto que los varones a los 13.
"Esto ha ocasionado que el número de menores embarazadas se eleve y que miles de infantes abandonen estudios, formación y desarrollo para convertirse en madres a muy temprana edad, sin tener la capacidad para sobrellevar este tipo de vida", agregó.
Los datos indican que el 33 por ciento de los jóvenes no utilizan ningún tipo de protección en sus primeras relaciones sexuales.
Con ello, un 38 por ciento de los jóvenes entre 15 y 19 años ya piensan en una relación sentimental estable, en tanto que, un 49.6 por ciento lo valoran de los 20 a los 29 años y solo un 4 por ciento después de los 30 años.
Detalló que la inseguridad personal, la desinformación y los modelos externos de vida social, obligan a niñas y niños a vivir patrones de conducta distantes a su realidad, otorgando un cambio de valores.
Las acciones para contener los problemas de embarazo infantil han sido insuficientes, provocando que las menores y sus parejas caigan en mecanismos de pobreza, ignorancia y falta de espacios laborales para madres adolescentes. (ACOM)