El Carem es un refugio para quienes padecen violencia extrema, brinda a las mujeres y a sus hijos servicios especializados, integrales, que garantizan su seguridad y los cuidados que requieren mientras permanecen ahí.
Acompañado de la directora del Instituto de la Mujer, Fabiola García Magaña, el primer edil refrendó su compromiso con las mujeres, especialmente con quienes viven una situación de violencia o violencia extrema.
“Seguiremos trabajando en acciones que les garantice, además del apoyo incondicional, una mejor calidad de vida”, expresó.
“Nuestra prioridad como gobierno sensible es brindarles apoyos cada vez más eficientes, que les permitan recuperarse del abuso sufrido y proporcionarles seguridad el tiempo que sea necesario en las instalaciones del Carem”, aseveró.
Cabe mencionar que estos espacios, además de abonar al fortalecimiento de las mujeres, son sitios confidenciales, seguros y gratuitos donde las afectadas reciben además de alojamiento y alimentos, servicios de carácter psicológico, educativo, médico, legal y de trabajo.
Barrera Concha aseveró que el Ayuntamiento de Mérida, mediante el Instituto de la Mujer, mantiene y fortalece las acciones para la seguridad, cuidado y empoderamiento de las mujeres.
Durante la visita al refugio, el alcalde recorrió las instalaciones y constató los trabajos realizados, que consistieron en la construcción de áreas para psicología y masajes, ludoteca y consultorio, también se rehabilitó el área de dormitorios, que pasaron de siete a 14, todos con cuarto de baño.
Igualmente se construyó un área de gimnasio al aire libre, donde se instalaron seis ejercitadores, velarias para dar sombra, juegos infantiles y andadores de acceso.
“El mejoramiento permitirá ofrecer más y mejores espacios para la recuperación y seguridad de las mujeres que sufren violencia extrema. Nuestra intención es que las familias que tengan que permanecer aquí cuenten con un entorno agradable”, subrayó el alcalde Barrera Concha.
Los nuevos espacios tienen además, consultorios de atención médica y trabajo social y dos áreas de emprendimiento económico, donde las mujeres reciben capacitación para iniciar sus propios negocios para salir adelante con sus hijos. Actualmente, el albergue atiende a ocho mujeres con sus hijos e hijas.