En un comunicado, se informó que en la conferencia, explicará el contenido de las páginas 72 a la 86 de este valioso documento precolombino, en el que se encuentran las tablas de la Luna y los eclipses, las cuales comprobó que aún funcionan, y que muy probablemente los antiguos mayas usaron ese conocimiento para predecir estos fenómenos naturales.
En sus investigaciones también descubrió que existe un paralelismo entre los sacerdotes astrónomos babilónicos y los mayas, los cuales no tuvieron contacto alguno, tanto por la distancia como por el tiempo en que sus civilizaciones respectivas se desarrollaron. A pesar de esto establecieron un concepto similar al cual hoy se le conoce como "saros".
Los saros son un periodo de tiempo de 223 lunas, o meses sinódicos, con una duración de 29.53 días.
Los mayas también descubrieron que el mismo eclipse se repite cada 18 años, anexando 11 días más; que equivale a seis mil 585.32 días, lapso al final del cual la luna y la tierra regresan casi a la misma posición en sus órbitas.
El conferencista realizó una tabla utilizando el códice para demostrar la eficacia del mismo; ésta va del 26 de febrero de 2017 al 21 de septiembre de 2025, periodo en el cual hay tres mil 129. En este margen de tiempo hay 106 lunaciones, de las cuales 33 corresponden a eclipses, y de estos, seis son visibles para la Península de Yucatán.
Vale la pena destacar que hasta el momento ya se observaron los eclipses correspondientes al 31 de enero y el 21 de agosto de 2017, y el próximo será el 16 de julio de 2019, el cual será parcial de Luna.
Salazar Gamboa recordó que su interés por aprender el Código Dresde inició después de leer una relato del escritor Augusto Monterroso, donde un español capturado por los mayas, intentó lograr su liberación advirtiéndoles que, si no lo dejaban libre, su dios sol “Kinich Ahau” sería devorado, ante lo cual días sus captores no se inmutaron y procedieron a sacrificarlo mientras el sacerdote maya iba recitando las fechas de los próximos eclipses.