Sin duda, ha dado pasos agigantados a su corta edad, por lo que quiso compartir sus logros con autoridades deportivas, con quien platicó sobre esta disciplina, que apasiona a los yucatecos.
Acompañado de su padre, Gary Blanco, y del scout de Leones, Raúl Ortega, el joven pitcher relató que, a la edad de 12, este último le ayudó a desarrollar su talento durante dos años; a los 14, lo enviaron a la Academia del Pacífico de la institución, para que siga creciendo, y posteriormente, lo asignaron para la Academia del Carmen, en Nuevo León, de la Liga Mexicana de Béisbol.
También, recordó su participación en dos visorías o showcase, donde pudo mostrar cualidades que llamaron la atención de la gente del equipo de Chicago, quienes se acercaron para impulsar su desarrollo y firmarlo como uno de sus prospectos.
“Me siento muy contento por la oportunidad que me dio Cachorros. Quiero jugar en las Grandes Ligas; es la meta de todo beisbolista”, aseguró Emir, quien confía en que su recta de 92 millas por hora y su repertorio, de curva, slider y cambio, le permitieron conseguir la firma.
En unos días, partirá con rumbo hacia República Dominicana para reportarse a las órdenes de la sucursal del equipo en ese país. Aprovechó la oportunidad para invitar a la juventud deportista de la entidad a soñar en grande.
“Échenle ganas, la oportunidad está ahí. Trabajen duro para que lo puedan lograr; si tienen un sueño, trabajen para alcanzarlo”, finalizó.