Ramsés Canto Góngora, padre de una niña que padece la enfermedad, explicó en entrevista para Rompecabeza que en la capital yucateca no hay laboratorios que realicen la prueba del sudor, necesaria para el diagnóstico de fibrosis quística.
Señaló que una de cada ocho personas es portadora del gen, por lo que urgió a que se generen mecanismos que permitan su oportuna detección y tratamiento.
Bajo peso al nacer, evacuaciones grasosas, sudor salado y tos crónica son algunos de los síntomas de este padecimiento y el tratamiento para mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen es costoso.
Canto Góngora expuso que únicamente el costo de la Tobramicina asciende a 35 mil pesos al mes.
"Queremos que los medicamentos para tratar la fibrosis quística se incluyan dentro del cuadro básico, como sucede con cualquier otra enfermedad", sentenció.
Luego de tocar varias puertas -incluso la de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey)- encontraron solución a su problema en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) les tendieron la mano, sin embargo, comenta que pese a que les proporcionan los medicamentos, la lucha por conseguirlos en dicha institución es constante.
Finalmente, añadió que el objetivo de la marcha es "que las autoridades de salud sepan que existe la fibrosis quística. No somos invisibles y necesitamos ser tomados en cuenta para mejorar nuestra calidad de vida". (Juan Manuel Contreras)