EL secretario municipal Alejandro Ruz Castro abrió el diálogo para contextualizar acerca de las reformas que se le realizaron al reglamento de Policía y Buen Gobierno y explicó que dichos cambios fueron producto de un exhorto por parte del Congreso del Estado a fin de evitar el acoso callejero, y se resolvió que además de la sanción administrativa, los acusados reciban un curso de concientización; y en su caso, trabajo comunitario según dictamine el juez calificador.
Desde el 6 de septiembre del año en curso fueron modificados 36 artículos del reglamento de Policía y Buen Gobierno, las principales reformas se centraron en los artículos 13, 14 y 15. Estos cambios se resumen en que la pena corporal dictaminada por el juez -36 horas como máximo- es inconmutable y no existe una multa para este tipo de conducta; la plática de concientización -con duración de dos horas y media- es obligatoria y el trabajo comunitario quedará a consideración del juez.
Respecto al taller, la directora del Instituto Municipal de la Mujer, Fabiola García Magaña detalló que este será impartido por integrantes de la Unidad Especializada para la Prevención y Atención a la Violencia Familiar y de Género, que fue creada en septiembre del 2012 y cuenta con personal capacitado para impartirlo acorde a los lineamientos ya estipulados.
Al hacer uso de la voz, la regidora Ana Gabriela Aguilar Ruiz aclaró que no es lo mismo acoso callejero; que acoso sexual, pues quien incurra en el primero se hará acreedor a una sanción administrativa; mientras quien incurra en un acoso sexual será turnado ante el Ministerio Público y sentenciado penalmente acorde a la gravedad de su falta.
"El 90 por ciento de los acosadores reconoce su error; y piden hasta disculpas", añadió Ileana Estrada Quintal, juez calificadora de la PM. Señaló que sí existen careos de las víctimas con sus agresores y que en caso de que estos últimos se encuentren en estado de ebriedad, se espera el tiempo pertinente para activar el protocolo con un estricto apego a los derechos humanos.
Finalmente las autoridades municipales aclararon que el término de acoso callejero no necesariamente tiene una connotación sexual, pues incluso a los llamados "enganchadores", es decir, vendedores que abordan insistentemente a los transeúntes -especialmente a los turistas- para ofrecer sus servicios también serían sancionados con la misma severidad que quienes incurran en tocamientos, silbidos u otras expresiones lascivas. (Juan Manuel Contreras)




