“Sin embargo, se logró evitar ese riesgo al reparar las bombas en las 33 plantas bajo la responsabilidad de la Japay”, expresó.
“Estaban al borde de una crisis que no tenían equipos de respaldo, algunos lugares debes tener tres bombas para que si deja de funcionar una, tengas de respaldo, pero la mayoría estaban al límite con una bomba”, expresó.
“Si se truenan el agua sigue llegando y rebosa, hemos logrado sacar las plantas de esa línea de riesgo”, continuó.
Una problemática en las plantas de tratamiento son las que existen distintos tipos de sistemas en ellas, añadidos a lo largo del tiempo.
El funcionario dijo que se han implementado varias tecnologías en las 33 que hay en el área de cobertura de Mérida, lo cual requiere de una especialización por cada una de ellas, lo cual es un reto para la Japay.
En las 33 plantas, dijo, hay diversas tecnologías: unas son sistemas aeróbicos, otros anaeróbicos y otros ciclos combinados.
Las plantas de tratamiento de aguas negras son importantes porque captan el 70 por ciento del agua que se consume en Mérida, añadió.
Ahora se analizan proyectos en Caucel, en la planta Caucel 2, que ha crecido más del doble de su capacidad en los últimos años, reveló.
Pasó de 30 a 80 litros por segundo, debido al crecimiento de la zona, y eso se tiene que atender, añadió. (Paul Antonie Matos)