Por tal motivo, los demandaron ante la Fiscalía General de la República (FGR) por desobediencia.
Desde octubre de 2014, los pobladores de Chablekal decidieron demandar ante el Tribunal Unitario Agrario por la especulación de la tierra en el ejido de Chablekal.
En 2016, el TAU otorgó las medidas precautorias, las cuales impedían intervenir la tierra o venderlas. Sin embargo, en 2017 el comisariado ejidal vendió las tierras a los empresarios mencionados por un monto de 6 millones y medio de pesos, por 390 hectáreas para un proyecto de agave (henequén) con un contrato por 30 años, renovable por otro periodo igual. Los documentos fueron presentados por la Unión y Orvelín Montiel Cortés, asesor legal y miembro del Equipo Indignación, durante una conferencia de prensa.
Silvia Chalé Euan, parte de la Unión, declaró que el conflicto agrario en Chablekal es motivado pie la demanda avasalladora del crecimiento inmobiliario que se come al pueblo.
"340 personas no pueden decidir comerse un pueblo, no es solo un pedazo de tierra", manifestó.
Exigen sus derechos como pueblo, porque las tierras dotadas al ejido son resguardo de todo el pueblo, pero hay una venta desesperada de ellas, expresó.
"La corrupción no importó en el litigio. Los ejidatarios dijeron que las asambleas no se llevaron a cabo", indicó.
Por su parte, Cristina Muñoz Menéndez, del Equipo Indignación, manifestó que desde la óptica oficial y empresarial, los derechos humanos no caben en la Ley Agraria.
El caso de Chablekal es emblemático, porque es el primero en que hijos denuncian a padres y abuelos, por qué exigen su derecho a ser dueños del territorio.
Para los pueblos mayas, el monte es la de frontera de su territorio, dijo. Afirmó que se busca abusar de las reformas legales para ser fraccionamientos.
"Siguen viendo al mercado con nociones de desarrollo, es el nuevo nombre de la Colonia", expresó.
Xavier Azueta Chablé, también de la Unión, dijo que las tierras con dueño se venden y no sé sabe qué pasó. Esa operación continúa desde hace 30 años y enfrenta la posesión de uso común y los territorios indígenas contra el desarrollo inmobiliario. (Paul Antonie Matos)