La reunión se llevó a cabo en el en el centro ecoturístico Wotoch Aayin (La casa del cocodrilo), de Isla Arena, Campeche, donde dialogaron sobre las fortalezas, necesidades, dificultades, amenazas y oportunidades encontrada como un proceso de diagnóstico realizado por la unión de sociedades cooperativas Co’ox Mayab y la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).
El proyecto, que cuenta con el apoyo por el Programa de Pequeñas Donaciones del FMAM operado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), pretende abordar los problemas comunes en temas de capacitación y certificación; promoción y comercialización y gobernanza e incidencia en política pública, las cuales fueron identificadas en talleres participativos entre 2017 y 2019.
El coordinador de operaciones de Co´ox Mayab, Alejandro Montañez Giustinianovic, y el profesor investigador de la UADY, Samuel Jouault, presentaron el diagnóstico y expusieron el análisis de rubros como turismo comunitario y su organización; los servicios turísticos intermediarios y promoción; las estadísticas 2019 y necesidades del sector, así como de las 24 organizaciones involucradas.
Como fortalezas, resaltaron la organización comunitaria e identidad cultural maya; los conocimientos por parte de guías locales sobre el medio ambiente y cultura de sus localidades; el desarrollo de capacidades en la organización interna para la autogestión, la ubicación geográfica y la presencia en zonas ricas de naturaleza y cultura.
También, se expuso un mapeo participativo de conflictos territoriales que representan amenazas hacia la biodiversidad y los recursos naturales, entre los que destacaron la privatización de recursos comunes, compra de cenotes, venta ilegal de tierras ejidales con selvas, desarrollos inmobiliarios, granjas porcícolas y proyectos eólicos, entre otros.
Por su parte, el coordinador del Programa de Apoyo para la Reducción de Riesgos de Desastres en México del PNUD, Xavier Moya García, realizó un taller de estrategia de incidencia en política pública con el objetivo de dialogar con la Alianza sobre los temas que se requieren trabajar en el marco del turismo comunitario, de los cuales destacaron: Las certificaciones y capacitaciones, la protección de tierras y ejidos y la reducción de intermediarios para un comercio justo.
El taller incluyó un recorrido por la granja de cocodrilos, Wotoch Aayin, a cargo de Carlos Rivero León, socio fundador de la cooperativa, y un paseo en canoa por los manglares de Isla Arena, a cargo de la cooperativa Servicios Ecoturísticos Carey.
La Alianza Peninsular de Turismo Comunitario trabaja actualmente con 621 beneficiarios directos en total, entre socios y colaboradores e impacta en 446 hogares, con un total 122 mil beneficiarios indirectos entre vecinos y comercios locales.
Los proyectos ecoturísticos comprenden nueve áreas naturales protegidas cuatro reservas de la biosfera, un área de protección de flora y fauna, y cuatro reservas estatales.