Mediante una rueda de prensa virtual, los activistas advirtieron que existen leyes severas para los ataques tanto sexuales como físicos hacia menores de edad, con penas que van desde los seis altos 13 años de prisión, toda vez que son delitos que se persiguen de oficio, inconmutables y no tienen prescripción.
Victor Chan Marín, coordinador de la organización de los “Hogares Maná”, advirtió que ante el confinamiento impuesto por el coronavirus, los menores que sufren agresiones en sus hogares estarán mayormente expuestos a sus victimarios.
Apuntó que de acuerdo con cifras emitidas hace tres años, se presentan al año alrededor de 500 denuncias por abusos físicos y sexuales contra menores de edad, lo cual se recrudecería en el presente año debido al encierro oficial por la pandemia.
Reveló que una nueva forma de violencia que han detectado al interior de los hogares es la captura de imágenes de menores desnudos por parte de parientes de las víctimas.
Señaló que es necesario que también las familias asuman su responsabilidad en esta situación y la denuncien cuando tengan indicios de ellas, pues un menor que esta expuesto a violencia sexual o física presenta respuestas emotivas diferentes como el no control del esfínter, insomnio y las autoagresiones.
Al hacer el uso de la palabra, el juez Segundo de control del Primer Distrito Judicial, Luis Edwin Mugarte Guerrero, advirtió que el Código Penal establece serias sanciones para quienes sean victimarios físicos o sexuales de un menor de edad con penas que van desde los seis a los 13 años de prisión.
Indicó que con los cambios a las leyes que persiguen ese tipo de conductas se estableció que las agresiones sexuales y físicas contra niños, niñas y adolescentes sean perseguidas de oficio por lo que cualquier persona que sea vinculado a proceso ante un juez tendrá que pasar juicio en la cárcel.
