Tras haber dado positivos a Covid-19 los primeros días de agosto, el sacerdote decidió continuar guiando a su congregación de la parroquia de María Luisa de Marillac, en Mérida, aunque tuviera que utilizar un tanque de oxígeno para poder respirar mientras se dirigía a los creyentes en redes sociales virtuales.
“Lo que pensé, al dar positivo a la enfermedad, es que tengo que hacer algo por los demás y entonces, empiezo a montar un set aquí en mi cuarto, un pequeño lugar donde yo pueda adorar al santísimo. Hago mi primer programa y la verdad, me asusto de la respuesta, pues 197 mil personas fueron alcanzadas en el Facebook. Entonces, yo me quedo así perplejo. Grande es Dios que habló a través de mí”, relató el clérigo.
Con los síntomas del coronavirus a cuestas, el padre Miguel, como es conocido en su parroquia, continuó rezando el rosario y realizando transmisiones por la red, algo que más tarde llamó "El Camino de la Fe".
En estos ejercicios, aprovecha para hablar de la pandemia y de cómo las personas pueden apoyar a los enfermos de coronavirus.
“Mi motivación es responderle a Dios, mi motivación es agradecerle a Dios, mi motivación es dar un poco de lo que Dios me da, compartirlo y decirles a todos que grande es Dios, esa es motivación. Si esto es el resultado de un ejemplo, alabado sea Dios Cristo”, apuntó.
Con la ayuda de otras personas, el sacerdote ha logrado la conexión de hasta 40 mil usuarios de redes sociales por sesión, por lo que dejó en claro que su labor de evangelizar continuará, aún con la emergencia a tope.
Uno de sus mensajes es que la enfermedad también puede ayudar a las personas a crecer en su fe y en su vida, por lo que conminó a los ciudadanos a apoyar a quienes atraviesan por esta situación, pues sufren física como espiritualmente.
Refirió que en breve se hará de nueva cuenta una prueba de detección de coronavirus para saber si ya se ha curado de la enfermedad, al disminuir los síntomas que alguna vez le causaron severas molestias físicas.
Señaló que, al salir de la cuarentena, continuará oficiando misas a través de plataformas y, sobre todo, llevando su mensaje de esperanza a los enfermos y sus familias. (ACOM)
