Al concluir con su visita a Yucatán, en el municipio de Maxcanú, López Obrador aseguró que si bien, las mujeres hacen valer su legítimo derecho a manifestarse existen personas que se infiltran para provocar.
“Lo que busca es causar daño, utilizan como forma de protesta la violencia y tiran bombas molotov y no queremos que haya heridos de ningún bando, es decir, no queremos que haya heridos de las fuerzas de seguridad pública ni queremos que las mujeres que protestan usando este derecho también salgan afectadas, dañadas. Tenemos que protegernos y también proteger nuestros edificios históricos, monumentos históricos”, estableció.
Dijo que también busca proteger a edificios históricos la capital de las pintas que de manera habitual se realizan como parte de las manifestaciones, pues “cuesta trabajo despintar”.
“No se impide el derecho de manifestación, que todo el que quiera manifestarse lo pueda hacer, incluso de gritar y hasta insultar, todo eso tiene que ver con la libertad y está prohibido prohibir, y nunca vamos a reprimir al pueblo, pero sí tenemos que evitar las provocaciones, la gente que quiere nada más causar daño. Imagínense que no se cuide el Palacio Nacional y lo vandalizan. ¿Qué imagen se da en el mundo?”, cuestionó.
Rechazó que el colocar vallas de metal en Palacio Nacional, lugar donde reside junto a su familia sea por temor a las movilizaciones.
“Pero eso que no se confunda. No es miedo. Todos, todos, todos los seres humanos tenemos miedo, todos, pero es distinto el miedo a la cobardía. Yo puedo tener miedo, pero no soy cobarde”, indicó.
Ticul tendrá nuevo hospital
En otra parte de su discurso, el mandatario nacional dio a conocer que luego de estar inmerso en un conflicto legal que detuvo su construcción, las obras en el Hospital de Ticul serán retomadas por su administración.
“Aquí aprovecho para dar una buena noticia, de que después de muchos años ya se logró un acuerdo para que un hospital que dejaron abandonado en Ticul del Seguro Social ya podamos reiniciarlo”, apuntó.
Recordó que el nosocomio ubicado al sur del estado fue uno de los más de 300 hospitales que andonó el gobierno de Enrique Peña Nieto.
“Con el apoyo de los ingenieros militares también y con el apoyo de la Secretaría de Salud ya se han terminado 120 hospitales que estaban en proceso, imagínense cuántas carreteras abandonadas, inconclusas”, señaló.