En este sentido, respalda la postura asumida por la Asociación Nacional de Padres de Familia (Anpaf), de que con la apertura de los planteles escolares, quienes decidan no llevar a los estudiantes a clases presenciales, apoyen a sus hijas e hijos así como la labor de los maestros desde casa.
Asimismo, la Secretaría de Educación Pública mantiene su compromiso de entablar un diálogo abierto con las organizaciones de madres y padres de familia de todo el país, así como con el magisterio, para acordar las medidas pertinentes para el mejoramiento y desarrollo de las comunidades de aprendizaje.
La SEP también coincide en que los padres de familia que lleven a sus hijas e hijos a las aulas, se deben responsabilizar de aplicar y respetar las medidas de higiene y prevención, establecidas por las autoridades educativas y de salud.
Por lo anterior, Educación y Salud han establecido mecanismos de coordinación con las entidades federativas para que, como lo han planteado las organizaciones de padres de familia, las autoridades estatales contribuyan con los insumos para sanitizar los planteles, además de que se debe tener la infraestructura adecuada en las escuelas para un regreso seguro a clases presenciales.
Para la SEP el gobierno federal, las autoridades estatales, magisterio, madres y padres de familia, deben asumir su responsabilidad y establecer el diálogo necesario en beneficio del sector educativo nacional.