En el foro a distancia “Sesión de preguntas y respuestas: Hablemos claramente”, organizado por la Facultad de Medicina (FM), Jacqueline Cortés Morelos, médica psiquiatra del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de esta entidad académica, resaltó:
Es necesario llevar a cabo destrezas correctas, como estar en un sitio oscuro y no abusar de los aparatos electrónicos que nos estimulan a permanecer despiertos. “Se debe fomentar la higiene del sueño, pues muchos trastornos ocurren por malos hábitos”.
De acuerdo con la experta, los seres humanos dormimos por etapas en lo que se llama arquitectura del sueño; son tres y la de movimientos oculares rápidos. La primera es cuando comenzamos a quedarnos dormidos, cabeceamos y cerramos los párpados; en la siguiente aún es superficial; en la tercera estamos profundamente dormidos; y se amplía a la fase de movimientos oculares rápidos, donde estamos con el cuerpo más flácido, además de que hay ensoñaciones, detalló.
Silvia Aracely Tafoya Ramos, también de Psiquiatría y Salud Mental, se refirió a la calidad del sueño y dijo: necesitamos que sea profundo, continuo, es decir, que no nos despertemos a cada rato, que tenga duración y se respete el patrón circadiano.
En tanto, Óscar Prospero García, del Departamento de Fisiología de la FM, sugirió no automedicarse cuando existe un trastorno, porque en numerosas ocasiones puede ser perjudicial, de ahí la importancia del diagnóstico por parte de un especialista.
Alejandro Jiménez Genchi, coordinador de la Clínica de Sueño del Instituto Nacional de Psiquiatría, coincidió en lo anterior y se pronunció por fomentar la cultura del dormir, que le dé a esta actividad la importancia que merece.
Además de un adecuado y reparador descanso, hay que considerar las horas suficientes de sueño (de siete a ocho por noche para adultos y hasta 12 en bebés). “No es recomendable dormir menos de seis”, enfatizó el especialista en otorrinolaringología del Centro Médico Dalinde, Nagib Randy Fernández.
El experto destacó que existen más de 80 patologías relacionadas con este proceso, y además “se calcula que el 40 por ciento de la población ronca, lo que es un síntoma de disfunción respiratoria”.
Durante el encuentro coordinado por Ingrid Vargas Huicochea, y moderado por Christian Gabriel Toledo Lozano, ambos de la FM, los especialistas disertaron sobre el insomnio, apnea de sueño y el sonambulismo. Precisaron que aun cuando esté popularizado, roncar no es normal. (Con información de la UNAM)