Ante académicos y estudiantes del Instituto de Ciencias Atmosféricas y Cambio Climático (ICAyCC), participantes a distancia en el ciclo de conferencias “Panorama actual de las ciencias atmosféricas y el cambio climático”, el especialista recordó:
Patricia, en 2015, fue ejemplo de uno que se intensificó rápido, “y vimos comportamientos como estos cada vez más frecuentemente, tal vez haya mayor consenso y creo que la intensidad pico es más difícil”. Es complejo decir si las tormentas se vuelven más fuertes, pero también vemos que mayor cantidad de huracanes llegan a niveles más altos; esa es una señal, detalló.
El doctor en Ciencias Atmosféricas por el MIT ofreció una charla sobre el uso de modelos de laboratorios experimentales para entender los ciclones tropicales en la Tierra, en la cual explicó que los estudios en computadora permiten conocer su comportamiento con el tiempo y simular sus cambios.
El empleo de estos sistemas muestra su complejidad, realizar experimentos para cambiar las cosas, así como pronósticos del clima; además, permitieron dar seguimiento progresivo a ciclones y huracanes como Katia, Irma y José en 2017, así como Sandy (2012) que causó daños por 65 mil millones de dólares.
El investigador en la Universidad de Purdue precisó que un número importante de científicos en el mundo trata de responder las dudas sobre cómo se calienta el planeta y qué esperar en términos de velocidad y presión mínima, por lo que se espera que al utilizar los modelos computacionales se comprenda mejor qué es lo que sucede.
El especialista en el estudio de ciclones tropicales, tiempo severo, análisis y modelaje del riesgo, y sus impactos sociales, agregó: para conocer lo que sucede, uno de los datos que se espera saber es la temperatura del mar, información importante para identificar el potencial de intensidad máxima.
Estudios recientes realizados por su equipo mostraron que la intensidad de los ciclones ha sido afectada por el cambio climático, pero probablemente la Tierra se encuentra en un punto donde la precipitación pluvial aumenta y su intensidad puede ser mayor, además de su frecuencia, comentó el experto en matemáticas aplicadas y ciencias atmosféricas y oceánicas por la Universidad de Wisconsin-Madison. (Boletín de la UNAM)