El pasado 28 de octubre, publicó una radiografía que muestra la información detallada de la calidad de las galletas, que contiene ingredientes que podrían detonar diferentes enfermedades, entre ellas, la diabetes.
Detalla que en el paquete de seis galletas de 60 gramos (g) contiene 22.6 g de azúcares, equivalente a 4.5 cucharadas cafeteras de azúcar. Se optó por usar la porción de 6 galletas, que es el promedio de consumo de una persona.
El producto está etiquetado con este sello porque sobrepasa el 10% del total de energía proveniente de azúcares libres, tal y como lo establece la NOM-051 de etiquetado de alimentos y bebidas en su segunda etapa. El producto alcanza 31.7% del total de la energía con origen en azúcares añadidos (90.4 calorías).
De los gramos totales del producto (60 g) 37.6% son de azúcar y 31% son carbohidratos refinados, que en el cuerpo se metabolizan y absorben igual que el azúcar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la ingesta de azúcares añadidos se limite a 10% de la ingesta calórica total. De acuerdo con este criterio, 60 g o el paquete de 6 galletas cubre 45.2% de la porción para adultos y 56.5% para niños y niñas.1
La OMS, a su vez, recomienda reducir aún más la ingesta de azúcares añadidos a 5% de las calorías totales de la dieta. De acuerdo con esta recomendación, un paquete de 6 galletas cubre 90.4% para adultos y 113% para niñas y niños en un solo día.
Las cantidades de azúcares que contiene el producto son excesivas, como lo indica su etiqueta. Esto resulta preocupante porque las galletas son de consumo frecuente. Se sirven en eventos académicos, médicos, ejecutivos, en reuniones laborales, juntas, y hasta en el refrigerio escolar.
Además de las altas cantidades de azúcar, el producto contiene jarabe de maíz de alta fructosa. Este tipo de endulzante se popularizó por su bajo costo y efectividad en endulzar los productos procesados. No obstante, unos años después de su introducción al mercado, llamó la atención por sus impactos en la salud de la población.
La comunidad científica decidió realizar investigaciones más profundas al respecto y se comprobó que el alto consumo de jarabe de maíz de alta fructosa está directamente relacionado con trastornos metabólicos como el síndrome metabólico, hiperuricemia, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, obesidad y diabetes tipo 2.
De igual forma, propone consumir galletas caseras de avena, linaza y vainilla.